Llegué a este título atraída por un par de reseñas muy positivas. Sin embargo, debo deciros que no he logrado conectar con una historia que, en principio, me parecía interesante.
La devoción a Santa Agatha, en distintos grados, y la elaboración de unos dulces "Le minne" en su honor, son la referencia para narrarnos la vida de las mujeres de esta familia, algunas de ellas afectadas de cáncer de mama. Escrito por una ginecóloga experta en esta dolencia, como doctora y como paciente, ya que ella misma la sufrió, trata la enfermedad con respeto, con cariño y sin caer en dramatismos. Por todo esto, me esperaba mucho más de este libro.
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