Con este título termina la trilogía de Minna Lindgren. De nuevo tenemos humor e intriga con las tres abuelas protagonistas que, terminadas las obras en la residencia, regresan. Y se encuentran un panorama cuando menos extraño. Todo el personal ha sido sustituido por máquinas, aplicaciones digitales y robots y sólo los voluntarios de un extraño grupo religioso acompañan a los residentes.Hartas de la vida programada por el ordenador, las tres abuelas deciden acabar con el sistema informático.
El humor y la mayoría de los personajes siguen presentes en esta última entrega. Anunciada como novela negra, es, al igual que las dos anteriores, narrativa con una gran crítica social, en este caso, contra las tecnologías y las religiones llevadas al extremo. No hay
misterio pero resulta entretenida y de lectura agradable.
