11 octubre 2013

Intemperie. Jesús Carrasco




Un relato impresionante, en absoluto alegre , más bien angustioso, sin embargo compensa  su lectura por las descripciones de los paisajes, de los personajes, de las situaciones, etc. Todo ello utilizando  un vocabulario especialmente rico en términos mas propios de la trashumancia y de los pastores.
Nos encontramos ante un chico, casi un niño agazapado en un encinar, semienterrado, mientras una partida compuesta por el alguacil, el maestro y otros hombres de la aldea le buscan.
 Se ha escapado de la casa de su padre y su empeño es no ser encontrado por la cuadrilla dirigida por el aguacil que le inspira un terror especial, miedo superior al posible castigo que le pueda impartir su padre.
Poco después se acerca a un cabrero, un pastor viejo, artrítico y solitario, quien sin ninguna muestra de cariño lo acoge durante unos días y le defiende casi con su vida. Su huida se ve aderezada por la iniciación al pastoreo, búsqueda de agua y pastos, ordeño, caza menor para subsistencia. El alguacil va cerrando el cerco tras el chico en este paisaje seco y polvoriento hasta que se desencadena el final.
 El espacio en el que se desarrolla toda la narración puede ser  fácilmente identificable con la España central y posiblemente a mediados del siglo XX, a pesar de que no hay ninguna referencia  temporal ni espacial .
Lectura muy recomendable.
Blanca

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