La moda de la literatura nórdica ha traído a nuestras manos una serie de autores de novela negra que nos han aportado nuevos tratamientos, paisajes, atmósferas... Y me ha gustado descubrir a Nesbo, Larsson y compañía.
Sin embargo, mi favorito seguirá siendo siempre el Comisario Maigret. La figura creada por Simenon me resulta simpática. Me gusta esa mirada comprensiva hacia los defectos, los vicios, las pasiones de los protagonistas de sus crímenes.
Me gusta la normalidad que desprenden los personajes de Simenon. Tanto el comisario como los criminales a los que investiga son personas normales, con sus defectos, sus virtudes, sus errores...
Y, para terminar, me gusta también la descripción minuciosa de una época, de una ciudad, de los lugares dónde transcurren los hechos... Me imagino a la perfección a la señora Maigret en su salón, con la ventana al boulevard, viendo pasar a la gente...
Creo que estas vacaciones puede ser un buen momento para volver a encontrarnos con el agradable comisario Maigret. El ahorcado de la iglesia, La bailarina del Gai Moulin, El caso Saint Fiacre ... cualquiera de ellas os hará pasar un buen rato. ¡Feliz lectura!
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