Atraída por la sinopsis que me presentaba la contraportada de este libro me calcé las gafas de lectura y me sumergí a pleno pulmón en esta historia que,en principio, se mostraba tan atrayente.
Carlos, un padre divorciado se lleva a su hijo adolescente de acampada a la montaña durante un largo fin de semana.Como por casualidad deja a su ex-mujer el manuscrito de la novela que siempre ha querido escribir. Este relato que ella empieza a regañadientes se van convirtiendo en un elemento de inquietud, primero, y de miedo después.
Ambas líneas argumentales, la del padre-hijo, y la de la madre lectora sola y acongojada, me resultaron duras, ásperas y muy desasosegantes. No es un libro apto para todos los públicos y no es un relato que yo os recomiendo.
Sólo lo traigo a este blog para que la presentación tan atractiva del mismo no os conduzca a leerlo ya que acabará dejándoos un poso de amargura y tristeza.
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