Lo que voy a comentar hoy en este blog no es ningún libro. Voy a hablar del libro de los libros: El Libro Electrónico. Decidí comprármelo este verano para poder viajar sin peso en la maleta y ha sido uno de los mejores regalos que me he hecho a mí misma.
Tengo ocho carpetas donde he almacenado los títulos que me apetece leer próximamente o los que ya me he leído y no quiero borrar. He creado (¡facilísimo!) una de novela negra (¡por supuesto!), otra de libros en francés, en inglés , de humor, de varios...con sus respectivos diccionarios en las tres lenguas y con acceso directo a Amazon para poder comprar sobre la marcha.
A parte de la variedad y facilidad para acceder a los diferentes títulos está también la ventaja de poder descargarte el comienzo del libro gratis y valorar si tiene algún interés.
Hay muchísimos libros francamente baratos (0'80 céntimos, 2 €, 4€..) pero bien es cierto que las novedades cuestan más de lo que deberían .
La batería dura un mes como mínimo y la lectura es comodísima. La posibilidad de ampliar la letra de manera escandalosa es una bendición para los que dependemos de las dichosas gafas de leer y tenemos tendencia a olvidárnoslas.
El pequeño tamaño y la ligereza del mismo te permite llevarlo en el bolso y poder diponer de él en cualquier momento o situación.
Ante todas estas ventajas y ningún inconveniente no me queda más que gritar ¡Viva el libro electrónico!
Ante todas estas ventajas y ningún inconveniente no me queda más que gritar ¡Viva el libro electrónico!
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