28 febrero 2011

La trilogía de Deptford.

Hace cosa de un año un amigo me dejó prestado un libro llamado El quinto en discordia, de un escritor canadiense llamado Robertson Davies, y me dijo que me envidiaba por tener la posibilidad de leerlo por primera vez. Desde la primera página me di cuenta de que aquel libro que tenía en mis manos no era como los demás, aunque no sé explicar el porqué de esta sensación. Esta obra es, realmente, la primera parte de una trilogía (Mantícora y El mundo de los prodigios son la segunda y tercera parte, respectivamente) en la que se narra la vida de tres personajes nacidos en la localidad canadiense de Deptford.


Todo comienza a partir de un acontecimiento aparentemente ridículo: dos niños se lanzan bolas de nieve cuando una de ellas impacta accidentalmente en la mujer del reverendo, desencadenando un alumbramiento prematuro y la locura de la víctima. El lanzador de la bola (Boy Staunton), el supuesto blanco del lanzamiento (Dunstan Ramsay) y el hijo del reverendo (Paul Dempsey) protagonizan las tres novelas que componen la trilogía, cada una de las cuales está contada desde el punto de vista de cada uno de ellos.

Pero lo realmente maravilloso de esta obra en tres actos no es su argumento, sino la maestría del escritor. Leer a Davies es una experiencia inigualable y consigue que la magia, el azar, la religión, la política, la historia o la filosofía se unan de una manera tan sutil como delirante. Creo que la mejor manera de conocer el universo de Robertson Davies es sumergirse en su técnica y en su erudición. Los que os atreváis con él me buscaréis por los pasillos porque leer a Davies genera una necesidad imperiosa de compartirle con los demás.

1 comentario:

  1. Inmejorable descripción. "...leer a Davies genera una necesidad imperiosa de compartirle con los demás", cierto. Muy cierto.
    Abrazos.

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