Memorias de una vaca es un libro publicado como
literatura juvenil, pero que tiene calado suficiente como para figurar,
también, en otro tipo de colecciones.
Bernardo Atxaga es un hombre que escribe sobre lo que tiene, lo
que tenemos, alrededor, que es mucho.
La protagonista es Mo, una vaca. Su mejor amiga, La Vache que Rit, otra vaca. Mo
cuenta las vivencias que más le han marcado en su vida, con otras vacas, con
seres humanos… Son pequeños episodios en los que son importantes algunos
sentimientos y actitudes como la soledad, la aceptación de uno mismo, el afán
de superación, la capacidad para tomar algunas decisiones importantes…
Sentimientos que, por cierto, muy vacunos, muy vacunos no parecen.
Ambientado en la posguerra de la zona fronteriza (aunque para
las vacas las mugas no tienen mucha relevancia), muestra algunas formas de vida
humanas que a veces se diría que se asemejan a las del resto de animales.
Mejor, en euskera o en castellano, con interlineado a doble
espacio, por aquello de leer entre líneas.
Javier Sánchez
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