23 febrero 2015

No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas

A pesar del título no nos encontramos ante un libro de autoayuda. Es una novela divertida, de lectura ágil, entretenida, el libro ideal para cuando tenemos un rato de agotamiento mental y queramos descansar.
La historia es una vida cotidiana, la de Sara, una joven con una profesión curiosa, es plumista,  y los mismos problemas de todos los jóvenes de su edad.
Los personajes están distantes, no logras conectar con ellos, ni sentirlos cercanos. El final es previsible desde el primer capítulo, así que tampoco hay mucho espacio para la sorpresa. Pero, a pesar de todo eso, es una novela divertida.

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