04 junio 2010

Para el veranito rico que se avecina


Hola queridas conlectoras y conlectores, vuelvo por mis fueros para recomendaros un libro relativamente antiguo (1998 o así, creo), La Hija del Caníbal de Rosa Montero. Es fácil que todas lo hayáis leído ya, pero por si acaso...

Yo lo incluyo en la categoría de libros ligeros que nunca ganarán el nobel o el Pullitzer, pero que son de gran calidad y que, más importante aún, te dejan con pena cuando terminan, con pena porque querrías seguir leyendo. El argumento es más o menos éste: La protagonista una mujer de mediana edad, va a tomar un avión con su marido, que va en silla de ruedas, y, de repente, éste desaparece; ni rastro. Ella no sabe si se ha perdido, se ha fugado, lo han secuestrado o qué, así que se va a casa hecha un lío. Por otro lado, mientras espera la llamada de los secuestradores, o investiga, o las dos cosas, se hace amigo de un joven atractivo y de un anciano ex-torero y ex-anarquista de los de antes, y se entabla una curiosa relación entre ellos.

Llena de flashbacks, de intrahistorias, y de disgresiones sobre la pérdida de autoestima y de conciencia de la propia feminidad que, dice Rosa Montero, sufren muchas mujeres a partir de los cuarenta, cuenta con varios giros narrativos sorprendentes, en un lenguaje sencillo y evocador que tan pronto te hace reír como reflexionar o suspirar (ay). Los personajes son además creíbles y entrañables, y las situaciones más inverosímiles se hacen naturales por la maestría que tiene Rosa para dar a lo maravilloso visos de vida normal (véase Te trataré como a una reina o Bella y oscura).

Lo recomiendo muy mucho, como casi cualquier libro de Rosa, muy aptos para la piscina o el sopor de la siesta. Ah, y vuelvo a Huckelberry Finn, muy bueno para estos calurosos meses.

Buena lectura!

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