Mikel Alvira se atreve esta vez con una novela negra y, en mi opinión, supera el reto.
Nos ofrece un puzzle que el lector deberá ir construyendo según avanzan las páginas. Es una novela muy original, con un ritmo pausado para estar hablando de una serie de asesinatos y, sin embargo, engancha con el lector desde la primera página.
Si os gusta Alvira, encontraréis su estilo en toda la novela, esa prosa suya característica, llena de reflexiones dignas de recordar. Personajes muy veraces que atrapan al lector con sus imperfecciones.
No quiero contar nada de la trama porque cualquier pequeño detalle puede dar claves sobre el desenlace final. Os diré sólo que es la historia de Simón Lugar, un escritor cincuentón que se retira a su apartamento de vacaciones para terminar la novela que está escribiendo.
Muy recomendable.
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