A veces de me he preguntado de dónde me viene esta afición por la lectura de novela negra y creo que la respuesta está en las portadas de mis primeras lecturas. Y esas primeras lecturas (después de Los Hollister, Los Cinco y Los tres investigadores ) fueron las escritas por Agatha Christie. Y yo no hubiera sentido curiosidad por las mismas si las portadas hubiesen sido otras. Pero la mayoría de las que se incluyeron en esa colección eran realmente atractivas por su colorido, por su dramatismo y por los elementos tan inquietantes que allí aparecían.
Todavía guardo una docena de títulos de esta autora que me resisto a tirar aunque el papel esté amarillo y quebradizo. Siguen ejerciendo una gran atracción sobre mí y, además, me transportan a aquellos días en que me quedaba absorta en la investigación de estos elegantes crímenes.
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