Teresa, a punto de cumplir cincuenta años, decide desmontar el cuarto juvenil que conservó en casa de sus padres. Detrás de un armario descubre el poster de Leif Garret, que fue, para muchas adolescentes de la época, un ídolo por su canciones pegadizas y por su atractivo.
Aquí empieza una novela sobre la generación que nació en los años 60. Es una novela muy musical porque continuamente aparecen letras de canciones que seguramente estaban sonando en el recuerdo de la protagonista. El autor incluye un listado al final del libro para poder seguirlas sin tomar notas durante la lectura.
El libro resulta muy, muy entretenido en su primera parte, sobre todo. Yo me vi lanzada sin paracaídas a aquella época y disfruté del ambiente familiar que tan bien refleja, de los programas que se oían en la radio y se veían en televisión, de las modas, de las relaciones adolescentes, de la música, por supuesto.
La segunda parte de la novela, más centrada en la crisis actual de la protagonista pierde, en mi opinión, un poco de interés. Creo que con menos páginas lo podría haber resuelto más airosamente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario