La segunda obra de Luz Gabás no me ha decepcionado. Si en Palmeras en la nieve su narración rápida y amena nos conducía por una trama más histórica, que nos acercaba a la vida en la Guinea Colonial, aquí nos encontramos con una novela de corte más romántico.
Narra la vida de dos Briandas, la que vive en la época actual y su antepasada del siglo XVI. Dos personajes femeninos diferentes que transmiten, sin embargo, la misma pasión y fuerza para enfrentarse a los problemas que se van encontrando.
La vida de Brianda cambia a raíz de unas crisis de ansiedad que la llevan a refugiarse en el pueblecito de sus abuelos, en medio de la montaña. El frío clima montañés permitirá a Brianda conocer a personas que significarán un cambio definitivo en su vida.
Para mi gusto, es mucho más entretenida la trama centrada en el siglo XVI en la que Gabás nos acerca a la vida feudal, a la dependencia del señor, del conde, del rey, a los juicios civiles contra la brujería... Gabás ha realizado un importante trabajo de documentación que se ve completado con su conocimiento de la zona montañosa donde ha ubicado la historia.
Me ha gustado mucho.
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