Mis queridas bibliófilas, aprovecho hoy para hacerle un hueco a esa literatura tan divertida, educativa y poética como menospreciada, ninguneada y desconocida: La Ciencia-Ficción.
Hay muchos autores que superaron el simple nave-marcianitos-apocalipsis para dotar de una dimensión más literaria a sus obras, creando personajes menos planos y tramas con más fondo y menos forma. Podría nombrar muchos de ellos, pero de momento me centraré en el más conocido: Isaac Asimov.
La obra cumbre de este estadounidense hijo de rusos emigrados es Fundación, novela que se completa con Fundación e Imperio, y con Segunda Fundación, formando al final una trilogía. La base es sencilla: Hari Seldon, inventor de la psicohistoria (teoría matemática que puede predecir con exactitud el comportamiento de las grandes masas humanas a lo largo del tiempo), pronostica la caída del imperio galáctico, que es el sistema reinante en la época (el futuro, claro). Para saltarse 10000 años de evolución entre la barbarie que sobrevendrá, y el subsiguiente progreso de la raza humana, propone crear una enciclopedia en la que se compendie todo el saber conocido. Para ello mandan a científicos al otro extremo de la galaxia, donde estén apartados de las convulsiones políticas.
Los giros dramáticos, la constante sorpresa, el juego dialéctico, la complejidad de los personajes y la claridad con la que se explican las más complicadas nociones científicas, hacen de esta novela, o de la trilogía completa, un subidón total de libro ;)
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