Este título tan original corresponde a la segunda novela de Víctor del Árbol, autor también de "La tristeza del samurai", ambas de una gran calidad y muy recomendables para nuestros lectores.
La trama empieza presentando a Eduardo, retratrista que perdió a su mujer y a su hija en un accidente de tráfico y que recibe el encargo de pintar a un exitoso hombre de negocios.
La interesada en este retrato es Gloria Tagger, violoncelista reconocida quien también perdió a su hijo y que quiere, a través del dibujo, captar la esencia del hombre que arruinó su vida y la de su familia.
Este planteamiento aparentemente tan simple se va a ir complicando a lo largo de la novela y va a acabar en un entramado de relaciones tan inesperadas como oportunas.

